Amelia Earhart (1897-desaprecida en 1937) terminó con el mito de que las mujeres no podían volar solas, llevando a cabo cientos de hazañas por todo el mundo y fundando una organización formado por mujeres piloto llamada “Las noventa y nueve”.
En su carrera como aviadora se encontró con multitud de obstáculos por el hecho de ser mujer en un mundo dominado por los hombres. Su primera gran hazaña fue en 1922 cuando batió el record de altitud al pasar los 4200 m de altura y en 1923 obtuvo licencia para pilotar de la federación Aeronáutica Internacional.
En 1928 se embarca en la aventura de pilotar un transatlántico desde Nueva Escocia hasta Irlanda con sus compañeros Wilmer Stultz y Louis Gordon. Durante el viaje se ven obligados a realizar un desvió y tienen que aterrizar en Gales sin apenas combustible. De esta forma se consagra como la primera mujer en atravesar el atlántico en avión y comienza su fama mundial.
En 1932 no satisfecha con su hazaña se lanza a una nueva aventura, cruzar el atlántico de nuevo, pero esta vez en solitario y rompe el record de mejor tiempo.
El Congreso de los Estados Unidos galardonó a Amelia Earhart con la Cruz Distinguida de Vuelo, la primera otorgada a una mujer y en los meses siguientes realizó varios vuelos de costa a costa de los Estados Unidos, como el que realizó de Los Ángeles (California) a Newmark (Nueva Jersey)
Su fama le permitió promover el uso comercial de la aviación y defender la incorporación de las mujeres a este nuevo campo profesional.
En 1937 se lanzó a la que sería su última travesía. El plan era cruzar el Caribe y luego virar al Atlántico, sobrevolando África, Asia y Oceanía.
Después de ocho días de viaje aterriza en Lae, Papua Nueva Guinea habiendo recorrido 35.400 km y restando aún 11.200 km. Con combustible para sólo 21 horas, mal clima y recuperándose de una disentería partieron a la Isla de Howland.
Desde esa isla, el guardacostas se comunicaría con ella para guiarla en el aterrizaje debido al pequeño tamaño de la isla.
A las 08:00 h se le comunicó al guardacostas que el avión había despegado y horas más tarde reportan estar cerca de las Islas Nikumaroro. Después de eso las transmisiones por radio fueron confusas y no se pudo deducir la ubicación del avión.
A las 19: 30 llegó el último reporte: “Debemos estar encima de ustedes, pero no lo vemos. El combustible se está agotando”. Amelia Earhart nunca llegó a su destino y aún se encuentra desaparecida.
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